Problemas a la hora de vender su vivienda

10 problemas a la hora de vender su vivienda

Existen múltiples razones por las que las personas particulares tienen problemas a la hora de vender su vivienda. Muchas de ellas tienen relación con la cantidad de tiempo que se necesita para atender las labores del proceso de compraventa, algo que realizan los profesionales inmobiliarios. Vamos a contarte algunos de los motivos.

Particulares: Problemas a la hora de vender su vivienda.

1. Tratar con muchas personas.

La compraventa de una vivienda al final hace que uno tenga que responder a multitud de cuestiones, hablar con unos y con otros y diversas negociaciones:

  • Con el comprador, que la mayoría de las ocasiones quiere rebajar el precio al máximo posible.
  • Con el agente del comprador, que es la persona que le representa y como es lógico busca las mejores condiciones para su cliente.
  • El abogado del comprador, que decide dar su toque al contrato.
  • La empresa que hace la certificación, la cual es la que debe preparar la etiqueta de certificación que se necesita antes de ponerla a la venta.
  • En ocasiones el banco del propietario, el cual se dedica a gestionar la hipoteca sobre la vivienda a la que se transfiere.
  • Los falsos compradores, los cuales solo realizan la visita para conocer el precio de la vivienda y cotillear.

En definitiva, hay que estar tiempo con cada uno de estos grupos de gente y uno debe de saber defender sus intereses ante las peticiones de cada uno de ellos. Este uno de los grandes problemas a la hora de vender su vivienda.

2. No sabe cómo se debe preparar la vivienda antes de enseñarla.

  • Se debe proceder a realizar una serie de tareas para que la vivienda esté lista cuando se quiera vender, en la mayoría de los casos, cuestiones de sentido común que muchas no se les ocurre a los propietarios a no ser que alguien les asesore.
  • Se deben ordenar las habitaciones.
  • Pintar las paredes.
  • Proceder a realizar las reparaciones que se necesiten.
  • Limpieza de suelos y alfombras de la casa.
  • Hay que cambiar las lámparas y las bombillas cuando no funcionen.
  • Debemos retirar objetos personales, fotografías, cuadros o recuerdos.

3. Cualificar a los compradores potenciales.

Los particulares como es lógico no hacen trabajos de investigación sobre el posible comprador. No saben si tiene capacidad económica para comprar la vivienda ni si es una persona que se encuentra en la etapa primera de búsqueda de vivienda o necesita comprar en un plazo corto de tiempo.

Podemos decir que incluso, son unas personas que llaman para ver la casa, pero entran en ella sin ni si quiera identificarse. Las inmobiliarias al final son las que ofrecen mayor seguridad a los posibles compradores que representan ya que están precualificados.

4. En ocasiones es complicado responder a las dudas de comprador.

Cada comprador es un mundo y pueden hacer preguntas muy diferentes, desde preguntas básicas hasta las más específicas, las cuales no saben los propietarios en algunos casos como responderlas. Los compradores no sólo se interesan por el estado de la vivienda o por sus características, buscan saber más datos y que ocurrirá si deciden comenzar el proceso de compra.

5. No darse cuenta de que el tiempo es oro.

Existen operaciones que sólo duran unas pocas semanas y que tienen buenos resultados para el propietario de la casa. Cuando lleva más de un mes puesta a la venta, la casa comienza a ir perdiendo valor. Al final cada casa tiene un número tope de compradores y éstos ya conocen su precio.

6. Las cuestiones de los contratos.

Los contratos de compraventa entre las partes en ocasiones no son asequibles a todo el mundo. Existen muchas cláusulas que deben tenerse en cuenta además de cuestiones hipotecarias, posibles herencias, plusvalías y otro tipo de impuestos que afectan a cada una de las partes implicadas en la compra. Existen muchos compradores que no finalizan la compra al no generarles confianza el contrato que redacta el propietario.

7. Uso de nuevas tecnologías y herramientas de carácter profesional.

El asesor inmobiliario actualmente es un experto en marketing, su formación se dedica a usar herramientas a tal fin. En caso de que no tengan los conocimientos se dedican a contratar a profesionales en el tema.

Los servicios fotográficos o de vídeo suelen realizarse en muchos casos con cámaras profesionales e incluso por fotógrafos profesionales que de esta manera permiten que se puedan tomar unas instantáneas superiores a las que podría realizar un particular.

8. Establecer el precio de mercado.

Un propietario particular puede saber algún precio de los pisos que se venden en la zona y lo normal es poner un precio similar o superior. Si se pone un precio algo más inflado por si luego se negocia a la baja, lo que pasa es que se está poniendo un precio realmente fuera de mercado. Los agentes inmobiliarios suelen tener datos contrastados sobre las viviendas que se venden y las que no se venden en su zona, por lo que tienen conocimientos para saber los precios en los que sí se puede conseguir la venta del mismo.

9. Limitada difusión del anuncio particular.

Un particular pone el anuncio de vivienda en varios portales, ya que muchos lo permiten y encima se puede hacer gratis. Si se quiere tener una buena presencia en esos portales tiene un coste y en los últimos años proliferan los portales que sólo permiten la publicación mediante agencias especializadas a la hora de realizar la gestión inmobiliaria. Este es uno de los problemas a la hora de vender su vivienda que deben afrontar los particulares.

Lo más común es trabajar en exclusiva, recayendo la exclusividad de la gestión sobre la inmobiliaria y de manera específica sobre el asesor inmobiliario que se asigne a la propiedad, la mejor manera para que los profesionales inmobiliarios se centren en la venta del inmueble.

10. Cerrar la compraventa.

Antes de que se cierre la operación inmobiliaria debemos tener las siguientes cosas en cuenta:

  • La supervisión técnica de la casa debe haber sido satisfactoria.
  • El contrato lo debe aprobar la parte compradora, algo indispensable.
  • Se debe comprobar que el comprador tenga al final el monto para afrontar la financiación de la vivienda.
  • Hay que tener constancia de que los cálculos de los impuestos y los costes de la notaría nos cuadran y son los correctos.

Como has podido ver los particulares tienen muchos problemas a la hora de vender su vivienda, la vía más rápida para solucionarlo es solicitar los servicios de un profesional inmobiliario que facilitarán la venta de la vivienda.

Esperamos que te haya parecido útil el artículo, no dudes en compartirlo con tus familiares y amigos.



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